- Lectura
El primer paso (y el más evidente) es LEER el texto. Es conveniente hacerlo un par de veces, si se puede, para comprenderlo bien y captar su estructura.
- Identificación
Comenzaremos el comentario diciendo quién es el AUTOR, a qué ÉPOCA pertenece (si lo sabemos) y qué TIPO DE TEXTO es, justificándolo: humanístico, si el autor se muestra objetivo y tan sólo proporciona información (tratado, estudio, artículo, reseña, manual) o ensayo, si el autor se muestra subjetivo y da su punto de vista.
- Aspectos comunicativos (pragmática)
A continuación, identificaremos quién es el emisor del texto, a qué tipo de receptor se dirige y cuál es su intención.
- Contenido
Cuando hablemos del contenido, tendremos que señalar su tema principal y los secundarios, y relacionarlos con los del resto de la obra (si los conocemos). El tema se formula en forma de frase o SN: “El matrimonio desigual”, “La importancia de tener autoestima”, etc.
- Forma
- Estructura: explicaremos de qué manera ha organizado el autor el contenido. La estructura suele ser deductiva (se expresa la tesis y a continuación se argumenta), inductiva (la tesis aparece al final del texto) o encuadrada (la tesis aparece al principio y se vuelve a repetir al final).
- Nivel morfosintáctico: en este nivel es típico encontrar en los textos humanísticos y ensayísticos verbos en presente, artículo con valor generalizador (el hombre es…), conectores y oraciones extensas, tanto coordinadas como subordinadas, además de recursos como la anáfora, el paralelismo, etc. En los textos humanísticos se tenderá a la impersonalidad, pero en los ensayos a veces se utiliza la primera persona.
- Nivel léxico-semántico: en este nivel lo más habitual es que aparezcan sustantivos abstractos y tecnicismos, además de recursos como la hipérbole, la antítesis, la interrogación retórica, la metáfora, etc. Por otra parte, dependiendo del tipo de texto de que se trate el léxico será denotativo o connotativo y abundarán los adjetivos especificativos o explicativos.